Desde el martes 26 hasta el viernes 29 de marzo de 2025, el Colegio Espíritu Santo – María Auxiliadora vivió una experiencia trascendental con la primera adoración al Santísimo Sacramento. Este evento se llevó a cabo con los estudiantes de séptimo grado al tercer año de Ciencias Sociales y BATAN, quienes participaron en momentos especiales de adoración en sus respectivas horas de la clase de Educación Religiosa, animada por la Hna. Lusia Lipat, SSpS. El tema que acompañó toda esta actividad fue «La Transformación», que es el lema del año 2025 de la Congregación Misioneras Siervas del Espíritu Santo, invitando a los jóvenes a reflexionar sobre su propio camino de fe y crecimiento espiritual.
Como iniciantes en esta experiencia, los estudiantes mostraron una actitud de respeto y asombro hacia la presencia del Santísimo. Al ser una actividad nueva para muchos, se percibió un ambiente de reverencia, con un silencio profundo y una atención sincera a lo que ocurría en cada momento de la adoración. Aunque algunos jóvenes no estaban familiarizados con este tipo de encuentros, pronto se sintieron acogidos por el ambiente de paz y respeto que se generó en cada momento.
Los estudiantes, conscientes de la santidad del acto, se comportaron de manera ejemplar, observando un profundo respeto hacia el Santísimo Sacramento. Durante las adoraciones, fue notoria la actitud de reflexión y recogimiento de cada uno, quienes parecían conectarse con el momento de manera personal, dejando espacio para la oración y el silencio interior. La experiencia fue, sin duda, un primer paso hacia un camino de transformación espiritual, donde muchos de ellos experimentaron un sentido renovado de fe y esperanza.
El deseo de continuar con estas adoraciones fue una de las principales conclusiones que surgieron de esta vivencia. Los estudiantes expresaron su anhelo de que estas adoraciones se repitieran cada mes, como una forma de seguir creciendo en su fe y en su relación con Dios. Este evento ha sembrado en ellos el deseo de mantener este espacio de oración, entendiendo que cada encuentro con el Santísimo es una oportunidad para transformarse y acercarse más al corazón de Cristo.
Sin duda, esta primera adoración dejó una huella en cada uno de los estudiantes, quienes esperan con ansias los próximos momentos de encuentro con el Señor, convencidos de que estas experiencias les permitirán vivir con mayor profundidad y madurez su fe.
Por Hna. Lusia Lipat, SSpS